Memorabilia, iconografías mecanografiadas, cajas chinas, muñecas rusas, recetas, hipertexto culinario y del otro, origamis mentales, hagiografías paganas.

jueves, enero 05, 2006

Cosas que aprender de las revistas

Me suscribí nuevamente a Esquire, está prácticamente botada (U$8 por 12 ejemplares) No es propaganda pero gasto es equivalente a un Jack Daniel's en el bar del City aunque llega con entre seis y nueve semanas de retraso y resulta que todas mis revistas han terminado repartidas por ahí: Sergio Paz, El "esquire's fan" Francisco Aravena y Álvaro Bisama tienen mis ejemplares más recientes.

Pero como mi espíritu de gastar y compartir no tiene límites -y justo cuando pensaba que el cartero se estaba quedando con las revistas-, llegó el número de enero. Y me atreví a rescatar esta entrevista que le hice al señor Bisama justo cuando en el Laboratorio de Revistas de El Mercurio surgió la idea de clonar el famoso formato What I've Learned. A mi gusto, uno de los formatos de entrevista más perfectos, con un periodista que opera en las tinieblas (un ninja con un sacacorchos). Una buena forma de conocer al personaje mediante sus propias palabras.



(busquen las 7 diferencias)

Álvaro Bisama
30 años, crítico literario y profesor de literatura, Valparaíso.

Creo que la vida da vueltas y el fracaso es necesario. Las cosas se dan de manera lenta, no hay golpes de suerte. Es más doloroso cuando eres más acelerado, cuando esperas que todo resulte de una manera rápida, producto del accidente y de la buena voluntad.

La verdadera mística es una especie de iluminación paranoica donde logras hacer que, a ratos, ciertos textos se unan con otros sin una relación aparente. La verdadera iluminación tiene que ver con la sospecha.

Como buena persona educada en un establecimiento religioso, dejé de serlo gracias al colegio. Sólo piso la iglesia para matrimonios y funerales.

Lo mejor de la tele es (Felipe) Avello. Lo único que justifica ver televisión abierta. Lo peor... es quizás Andrea Molina y esos programas de ayuda social que son polaroids de la clase popular que la televisión nunca ha sabido leer con dignidad y hacen de ello un drama donde no está.

Los domingos, habitualmente tengo resaca. Antes, cuando era crítico literario, era el día en que leía más. Puede que mi valoración de la literatura chilena tenga que ver con que los domingos, que era cuando leía, tenía resaca.

En Volver Al Futuro II, que es una mediocre película de Robert Zemeckis, el doctor Emmett Brown decía que después de descifrar el misterio del tiempo se iba a dedicar a descifrar el misterio de las mujeres.

Ray Loriga decía que un padre que regala historietas no puede ser un mal padre. Suscribo completamente con lo que él dice.

Mi madre me enseñó a mirar el mundo con sus ojos.

Todos tenemos derecho a todo, tenemos derecho a reventar todo también. Tenemos derecho a comprar todo y sospechar de todo.

Me aburre que los escritores chilenos no lean más, me aburre que lloren, que no hagan cruces, que no hagan meta-ficción, que no se arriesguen.

Disfruto leyendo historietas y disfruto leyendo libros.

Si mi hiciera pasar como un ensayista culto y refinado sería poco honesto. Mis textos asumen esa condición media mutante e híbrida que mi escritura y mi mirada tienen.

Vargas Llosa es un tipo que reniega del pop. Tiene novelas declaradamente cinematográficas, coquetean con esa cultura. No hay más triste que un best seller queriendo negar que es un best seller.

La contracultura es un mecanismo de legitimar una suerte de precariedad material de la cual tiene que hacerte cargo.

Los noventa era una década donde era profundo el sentido de la ironía. La ironía también admite la frivolidad y el humor o el cinismo como mecanismo de lectura. Eso nos permitía digerir y entender la vida cultural y el mundo que nos rodeaba.

Ahora me cuesta encontrar escritores malditos de cuarenta años, lo respeto de un cabro chico de 18.

Tarantino me hizo mucho bien, Woody Allen, también Fuguet que comenzó a destaparnos la cabeza como los buenos discos de la buena época grunge.

La inteligencia es humor.

Faltan tipos como Brando y Johnny Depp, tipos que sabotean lo medios desde adentro porque son capaces de advertir que todo esto es una broma.

La música electrónica siembra un vacío. No tiene ideología, no tiene contenido. Es una lectura miserable y un tanto conspirativa, pero tiene que ver con que lo cool no tiene ideología, no tiene moral.

Está súper bien bailar pero no puedes encontrarte a ti mismo bailando, toda la vida.

Borges es mejor filósofo que Derrida. Parra es mejor Nietzsche que Nietzsche.

Le mejor que me dejó la Educación Media fue que aprendí matemáticas y a dibujar robots.

Me gustan esas figuras límites como Cristián Hunneeus. Un latifundista, crítico literario, profesor de literatura, dueño de una discoteca y amigo de la intelectualidad chilena completa, ex alumno de la Escuela Militar...

Las malas películas enseñan más que las buenas.

2 Comments:

Blogger Daniel C. said...

El formato de entrevista está muy bueno. Citas y más citas. Quizás se les podría dar un orden, pero me gusta la idea... ¿Qué tal que la apliquemos en el proyecto?

5:02 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Después
que importará el después
toda mi vida es el ayer
que se detiene en el pasado.

Eterna y vieja juventud
que me ha dejado acobardado
como un pájaro sin luz.

7:01 p. m.

 

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