Memorabilia, iconografías mecanografiadas, cajas chinas, muñecas rusas, recetas, hipertexto culinario y del otro, origamis mentales, hagiografías paganas.

sábado, febrero 25, 2006

GRÁFICA IDEOLÓGICA

Me ha hecho mal esto de asumir una onda LOMO. Gente con más experienca fue certera alcalificar la gráfica de estas fotos, pero yo estoy divorciado de una línea tan plana y esa limpieza quirúrgica de algunas fotos. Menos ´mal que no soy gráfico. Plástico y filtros borrosos, BULB y negativos del rescate en algunas intervenciones www.lomohomes.com/plomakin

RUTA 68 las imágenes imposibles.


Incluyo trambién el texto porque sólo incluyeron la mitad en la versión on line.



Ruta 68:
Carretera Gastronómica

Camino al descanso y el vaivén de las olas, hay algunas alternativas gastronómicas variadas y seductoras, ideales para aprovechar al máximo el epílogo del verano.

De ida
Los que aman la comida típica van a detener los motores en Doña Celina, un lugar tranquilo, con buena mano y destilados caseros de lujo. Los emblemáticos de su cocina son el arrollado con papas mayo ($2.140), la cazuela de vacuno ($2.340) y su famosa mechada a lo pobre ($4.150). La temporada también permite disfrutar de los últimos pasteles de choclo ($3.860) y, por las tardes, un cotizadísimo pie de limón ($1.990). Abierto todo el año de 8:00 a 23:00 horas. Ruta 68 km 43,5, Curacaví.

No es usual encontrar un restaurante con cocina centroeuropea a la vera del camino. Una opción demasiado buena y contundente aunque no es recomendable para los que buscan comer algo rápido, por eso, Tante Marlene se ha mantenido con relativo secreto. El Jabalí a la Bordeaux ($5.800), un pernil con puré de arvejas y papas ($4.800), la nibelunga y clásica fricandela ($3.200) y otras preparaciones que desde el pan de yogurt ya huelen bien. Para el postre, un delicado mousse de physalis ($1.900), una poco masiva baya amarilla, ligeramente agridulce. Vale la pena detenerse sin prisas en el Km 36.3, f. 835 1523, Curacaví.

La conocida hostería Antumapu lleva 33 años. Para los que no la conocen, lno pueden perderse la cazuela de ave ($3.100) y algunos platos con charcutería nacional como el homónimo Antumapu que reúne malaya, arrollado y mechada ($6.700). También se pueden comprar pan amasado y quesos mantecosos. El entorno, con un pequeño estanque y patos, es ideal para que los niños estiren las piernas y una siesta a la sombra de los sauces puede resultar fantástica. De 9:00 a 0:00 horas. Cierran sólo el 8 de diciembre en el bucólico Km. 52,5; f: 835 1140, Curacaví.

Al ver una cabaña con acceso directo habrán llegado al acogedor Millahue, restaurante de comida típica que partió como un upgrade de la dulcería que lleva el mismo nombre. No se pueden ir sin llevarse una bandeja con dulces como el Alfajor de coco ($600) y los apetecidos dulces de huevo mol ($600). Para comer, la plateada con porotos granados ($3.250) y la cazuela de vacuno ($2.990) son los favoritos del público. De 8:30 a 0:00 horas en sus dos locales ubicados en ambos sentidos en los kilómetros 43 y 53, f: 835 3390, Curacaví.

En la viña Veramonte ofrecen tours express ($1.500). Ideal para los que van con poco tiempo y se conforman con conocer la superficie de la producción vitivinícola. Una cata de quesos de cabra, parmesano y oveja; y chocolates con cardamomo, romero y merquén ($5.000) en maridajes con los vinos y cepas más representativos de la viña es la apuesta para los que quieran desviarse, pasado el túnel Zapata, en dirección nor-poniente. De 9:00 a 17:30 horas. Sábados, domingos y festivos hasta las 14:30 horas., f: (32) 329924, Casablanca.


El chef Christopher Carpentier se hizo cargo de la nueva carta de House of Morandé, una de las versiones gourmet de la ruta que juega con ingredientes representativos del terroir y de la producción agrícola nacional. Como ejemplos, un risotto al pesto con mariscos salteados y Chardonnay ($7.400) o una plateada al Carmenère con polenta asada al queso crema y ciboulette ($6.800). Para el final, torta de berries y sorbete de Pinot Noir ($2.800) o el tradicional y más ortodoxo mote con huesillo ($2.800). Cena, sólo los viernes. De lunes a domingo de 11:00 a 18:00 en el km. 61, La Vinilla Norte, Casablanca, f: 754 701.

De vuelta
Si vienen con hambre y aman las carnes, pueden pasar a Bariloche una brasería que ofrece parrilladas (desde $5.990) y ocupa el lugar que por años albergó al Lomitó’n en el empalme hacia Algarrobo y San Antonio. Pero, si ya pagaron el peaje interior ($500), un desvío interesante propone el recientemente inaugurado Tanino, de viña Casas del Bosque, con un ambiente tranquilo, ideal para los niños. Tienen un interesante menú de tres platos de martes a viernes($5.900) y menús para niños ($2.900) los fines de semana. Si hay sol, ensaladas (desde $3.600) que combinan apropiadamente vegetales, carnes blancas y aderezos; y si la fresca neblina de Casablanca permanece tras el mediodía, unos agnolotti rellenos con jaiba y ricota con salsa nogada ($4.200) son una buena elección. Todos los días, de 11 a 17:00 horas. Entrar a Casablanca y seguir la señalética por A. Galáz, a un kilómetro del puente Santa Rosa, f: 378 5544.

Un palacio rodeado de viñedos es la postal que enmarca el restaurant San Marco, de Viñamar, fiel a la tradición, la carta es idéntica a la de su hermano viñamarino con preparaciones italianas como el carpaccio al whisky ($5.500), spaghetti carbonara ($5.900), papardelle filetto al ragú ($5.900) y el especiado penne a la putanesca ($6.200). Es EL lugar donde tomar un café ristretto ($1.000) con un postre. Además los vinos, tan de la zona, como el Pinot Noir (desde $3.900) y el Chardonnay, tienen una insuperable relación precio calidad. De 12:30 a 16:00 horas, en el Km. 72, f: (32) 754306.

Las invenciones que emergen de la cocina del restaurante de la Viña Indómita son reconocidas por preparaciones osadas como unos erizos en tres variedades y texturas ($5.200), ravioles crujientes rellenos con ricota y jaiba sellados con aceite de sésamo ($5.500) y un aplaudido pastel de choclo ($6.000). Al sincretismo de combinar confit de pato con papas chilotas, se suman epicúreos y delicados ingredientes como el aceite de trufa blanca, emulsiones de azafrán y gastrics de papaya. El palacio para los que aman los frufrúes gastronómicos que el chef Oscar Tapia combina de maravillas. Km. 64, f: (32) 754 402. Abierto todos los días, cenas los fines de semana.

Saliendo del túnel Zapata en dirección oriente, El Quillay (Km. 54, f: 9-373 6059) es una excelente estación para comprar mermeladas, empanadas de horno ($800) y pan amasado. Luego se llega a Los Hornitos de Curacaví (Km. 55 y medio, f: 835 2799) con comida típica en porciones abundantes y chicha ($850, la copa) todo el año. Agua de Piedra (Km.55, f: 835 1122) es sin lugar a dudas un buen lugar para comer con algunas rarezas de carretera como los fondues y la sopa de cebolla y, sin dudas, la mejor cava de vinos de todo el recorrido. Cabaña del Río Puangue (Km.44 f: 835 2445) es un último parador donde se puede experimentar un momento road movie, con el rugir de la carretera de fondo para degustar una torta casera de manjar y una taza de té.








2 Comments:

Blogger Penelope Glamour said...

Imperdonable que te hayas referido sólo a la malaya, arrollado y mechada del ANTUMAPU y olvidaras la lengua. Creo que en pocos lugares tienen siempre y la sirven a la temperatura exacta que uno la pide.

Hasta que no te reivindiques no te voy a datear sobre el mejor pisco sour de Viña.

Beso, chau

10:59 a. m.

 
Blogger Lorena A. said...

I love you anyway baby

1:47 p. m.

 

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